Hoy me gusta la vida menos

Ayer estuve por Quilca y a pesar de declararme pobre no pude evitar hacer algunas compras, tres discos audio de poesía…. Vallejo, Cortázar y Martín Adan, también vi uno del Indio Duarte y me acorde del papá de Pierre pero mi bolsillo no quiso correr el riesgo. Apuntado a unos discos de Jazz de los 80’s con otras fusiones confieso que me tentó por poco pero ya sabes yo soy más a lo Parker, Davis ó a lo Monk. En fin estos día he vuelto a tener insomnio quien sabe porque rayos y justo ayer en la noche, así que me puse a escuchar los audio de poesía que había comprado, el primero que elegí fue Martín Adan y para ser sincera no pude pegar el ojo y no es que no me haya gustado su poesía eso solo que la voz de Martín Adan no es recomendable para una que ha sufrido de asma y aun tiene pánico de asfixiarse, entonces opte por vallejo en la voz de Cesar Calvo y lo primero que escuche fue “Hoy me gusta la vida menos pero siempre me gusta vivir ”…y quien diría que vallejo anoche fuera un cerrar de ventana, un fantasma de búho. Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía. Casi toqué la parte de mi todo y me contuve con un tiro en la lengua detrás de mi palabra. Hoy me palpo el mentón en retirada y en estos momentáneos pantalones yo me digo: ¡Tanta vida y jamás! ¡Tantos años y siempre mis semanas!... Mis padres enterrados con su piedra y su triste estirón que no ha acabado; de cuerpo entero hermanos, mis hermanos, y, en fin, mi ser parado y en chaleco. Me gusta la vida enormemente pero, desde luego, con mi muerte querida y mi café y viendo los castaños frondosos de París y diciendo: Es un ojo éste; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo: ¡Tanta vida y jamás me falla la tonada! ¡Tantos años y siempre, siempre, siempre! Dije chaleco, dije todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar. Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado y que está bien y está mal haber mirado de abajo para arriba mi organismo. Me gustará vivir siempre siempre! siempre, así fuese de barriga, porque, como iba diciendo y lo repito, ¡tanta vida y jamás y jamás! ¡Y tantos años, y siempre, mucho siempre, siempre siempre!

Cesar Vallejo