Mi cama se ha vuelto una postal de las pocas que tengo, a veces me sirve solo para mirarla.
Si supieras que me cansé de tener un  útero bien conectado y un órgano que se cree bien machito en medio de estas dos tetas y pa' que te cuento /no sirve/ es un perrito moviendo la cola, es tan feliz el pobre cuando no se conecta con ese imbécil del cerebro.

Pero a quién engañamos, si supieras cuanto me cansa esto y no culpo a las trompas de Falopio es solo que ya he pasado de los dibujitos y las cometas y ya no es tan divertido. No me mal interpretes esto es sólo un reconocimiento aéreo, un hurgamiento a lo que no se explica, a lo que se inventa, mis excusas son variadas, muy divertidas cuando se quedan detrás del vidrio, pero una vez que se muestra como carne en mercado es otra cosa, mejor ni verlo. A veces me detengo, todo se paraliza como una máquina a la que le interrumpe una cochinadita y la vaina deja de funcionar, pero siempre hay reparo, es solo que cansa tener útero, vagina, respirar. Aun así yo siento como si tuviera en mí varías puertas abiertas y me río cuando pienso en mi Doctor en la penumbra, que nunca supo por donde empezar.