Yo tenía una Gaviota, nos alimentábamos de las basuras que
nos ofrecía el mar
Yo la amaba y la maté
Mientras las patas silenciaban la arena, de su pico jalaba
un largo hilo de angustia,
su perfil profundo y abandonado,
El miedo de morir sin
ser visto
Sin que su cuerpo húmedo y chamuscado
sucumba como una estampa en mis rodillas.
El alma es un brillo que habita en el cristal
Pero ahora solo queda una botella colmada de cocodrilos
Y su ojo redondo que me observa, que me observa
que se despide.
3 comentarios:
El alma es un brillo que habita en el cristal
Pero ahora solo queda una botella colmada de cocodrilos
Y tu ojo redondo que me observa, que me observa
que se despide.
<3 bonito, profundo.
qué feo. aunque yo soy un don nadie. saludos
jajajajajajajaja
Publicar un comentario