A veces salgo de mi casa sabiendo que no me van a heredar las tazas de loza o que no inventaré nada para ser recordada
a mi cuerpo no le quedará nada más que caer del balcón de donde cuelgan flores que fueron silvestres de donde mi mamá fue valiente y atrevida
A veces salgo de mi casa pensando qué bar conquistaré, qué calles o qué miedos
a veces salgo y pienso en no volver, ser llevada por un río de indolencia, caminar con ese bastón de osadía mientras golpea todo, sonrío al pensar que todos pueden sangrar a mi paso, herirse de por vida.
Después de tiempo estoy postrada en cama había olvidado que tengo el cuerpo frágil y desleal.