jueves, 30 de agosto de 2012

Mientras meto la mano en el tazón con hielo que me dio mi madre pienso en todos los días despejados de hoy en adelante, la alegría y el optimismo crece como un pequeño fruto de huerto y me gusta como empieza a verse incluso le inventé un olor, el hecho de ignorar a que va a saber no me preocupa, no me importa. Ya todos los días serán despejados.