ESTUVIMOS HABLANDO

DEL ESPACIO ENTRE NOSOTROS
Y DE LA GENTE
QUE SE ESCONDE TRAS UN MURO DE ILUSIÓN

SIN JAMÁS VISLUMBRAR LA VERDAD.


Esta vez el paisaje nocturno fuiste tú y fui yo, orinar bajo un árbol mientras te recitan un poema ya no me sorprende pero no le resto crédito si lo que se ha querido fue provocar un quiebre. Dormir juntos en un mismo bosque con los mismos miedos, examinarnos delgados y dolientes con las manos, realizar el ritual del perdón entregando nuestros cuerpos sucios, cada uno por diferentes razones, alteramos nuestro árbol genealógico pero ya hemos enterrado el hecho. Dos de la mañana de nuevo revisar nuestros cuerpos y asegurar con el acto de haber ahogado cada sombra que golpea fuertemente por dentro cuando en un recuerdo tan solo son perros que vomitan y agonizan... shhh calla. Hoy he amanecido diferente el animal ha muerto y ya no hay nada que lamentar, y tú, tú has amanecido igual de enfermo pero tal vez se te olvida que aun te queda otro ritual por realizar otra sombra que derrumbar.

Gracias árbol por tu corteza
y a ti por recitar el poema