Un tigre blanco se ha dejado caer sobre un pasto invisible. Despertar sería su gran logro. Su alegría y pesadumbre, su sed por la presa no es más que una rueda, un sueño encriptado, un deseo y una pena cíclica. Como su existencia a la vista, el sumiso lomo de un tigre real blanco que ignora la historia de su subespecie solitaria.
1 comentario:
siempre buscando ese perfil, muy bien
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